¿Adopto a un gato cachorro o a un adulto?

Si estás pensando en enriquecer tu vida y tu salud con un felino… ¡Gracias!

Adoptar siempre es la mejor opción, ya sea a un cachorro o a un adulto. Tu vida jamás volverá a ser la misma. Una vez se tiene a un gato como compañero de vida, tu idea y suposiciones sobre ellos cambiará.

¿Pensando en un cachorro?

Deberías tener en consideración algunos aspectos:

• Si hay ya gatos en casa: en este caso un cachorro puede ser la mejor opción ya que al ser territoriales es posible que el gato de casa acepte mejor a un cachorro. Este castrado o no, suele ser más fácil juntar a dos hembras o a un macho con una hembra. PERO siempre tendrás que considerar el carácter de tu gato.
• Si estás seguro/a de que quieres tener más de un gato: es el momento de pensar en coger ya dos gatitos, al crecer juntos y hacer de tu hogar su territorio evitarás futuros conflictos, eso sí te tocará darle a tu casa un doble toque gatuno.
• ¡Prepárate para aventuras! Los cachorros son curiosos, están en edad de probar y medir sus posibilidades físicas, así que tendrás emboscadas, carreras y saltos por toda la casa muchas veces al día. Como buenos retoños, sus uñas y dientes estarán bien afilados, así que deberás preparar más concienzudamente su entorno, aportándoles un enriquecimiento ambiental adecuado y, sobre todo, tener claro cómo interactuar con ellos para que aprendan a jugar contigo sin hacerse daño.
• Dependiendo de la edad, podrás preparar un pequeño plan de socialización para hacer que todas las actividades que realicéis sean lo más fáciles para ellos posible y poder generar un vínculo sano y fuerte desde el principio.

Además, si tienes un perro en casa, es posible que te preguntes cómo juntar a un gato bebé con un perro adulto. Esta es una situación común y manejable con paciencia y las estrategias adecuadas. Es importante introducirlos gradualmente y bajo supervisión, asegurándose de que el perro esté entrenado para obedecer comandos básicos, lo cual facilitará el proceso de adaptación y asegurará un entorno seguro para ambos.

Un gato adulto, la mejor opción si…

• Tienes menos tiempo, por todos es conocida la afición de los gatos a la siesta y los ratos al sol. Un gato adulto no tiene tanta energía y descansa más horas que un cachorro, ojo, eso no quiere decir que no debamos ser exigentes y constantes en darle horas de juego y enriquecimiento, simplemente demandará de nosotros menos tiempo.
• Si quieres ayudar realmente a un alma felina, piensa en que los cachorros son mucho más fáciles de adoptar y hay gran cantidad de gatos adultos esperando la oportunidad de tener un territorio propio y compartirlo contigo. Además, la satisfacción de que un gato adulto considere tu hogar el suyo es mayor que con un cachorro o un perro.
• Para bien o para mal (todos tenemos cosas buenas y otras no tanto), conocerás su carácter y te dejará muy claro lo que le gusta y lo que no, así que, es muy fácil llegar a conectar con ellos y crear un gran vínculo.
• La mayoría saben perfectamente que deben hacer sus necesidades en la bandeja sanitaria y tienen muy claro sus hábitos higiénicos a diferencia de los cachorros.
• Si ya tienes otro gato, intenta equilibrar los géneros o intentar que si coinciden sean hembras o ambos machos estén castrados para facilitar las cosas.

En el caso de que ya tengas un perro adulto y estés considerando adoptar un gato, es esencial saber cómo juntar a un gato bebé con un perro adulto o incluso a un gato adulto. Una correcta presentación y adaptación son claves para la convivencia pacífica entre especies diferentes. Es recomendable consultar con un profesional en comportamiento animal para obtener orientación específica y asegurar una transición suave para ambos, gato y perro.